El legado de Jane Goodall, la científica que nos enseñó a entender a los primates

Jane Goodall, la reconocida etóloga, primatóloga y antropóloga británica, falleció a los 91 años en California por causas naturales, según confirmó el Instituto Jane Goodall. Considerada la mayor experta mundial en chimpancés, dedicó más de seis décadas de su vida al estudio y la protección de estos animales, convirtiéndose en un referente global de la conservación y la defensa de la naturaleza.
Conocida como “Lady Chimpancé”, Goodall revolucionó la ciencia al demostrar que los chimpancés no solo fabrican herramientas, sino que también son capaces de transmitir conocimientos, adoptar crías sin parentesco y experimentar emociones complejas como amor, celos o ira. Su investigación, iniciada en 1960 en el Parque Nacional de Gombe (Tanzania) bajo la guía del antropólogo Louis Leakey, abrió una nueva perspectiva para comprender las raíces del comportamiento humano.
Nacida en Londres el 3 de abril de 1934, Jane Goodall mostró desde niña una profunda fascinación por los animales. Su padre le regaló un chimpancé de peluche llamado Jubilee cuando tenía apenas dos años, y creció inspirada por historias como El libro de la selva y Tarzán. A los 23 años viajó a Kenia, donde comenzó su colaboración con Leakey, quien la impulsó a adentrarse en la selva africana. Lo que empezó como una misión de unos meses terminó siendo la obra de toda una vida.
Goodall obtuvo el doctorado en Etología en la Universidad de Cambridge en 1965 y en 1977 fundó el Instituto Jane Goodall, con el que desarrolló programas de conservación y protección de chimpancés. En 1987 dejó el trabajo de campo para dedicarse a recorrer el mundo promoviendo la importancia de cuidar la biodiversidad. Uno de los momentos más emblemáticos de su trayectoria fue el abrazo que recibió en 2013 de Wounda, una chimpancé rehabilitada y liberada en el Congo, gesto que simboliza el vínculo único que estableció con estos animales.
Su legado trasciende lo científico: publicó 26 libros, decenas de artículos y protagonizó múltiples documentales. Fue reconocida con más de un centenar de premios, entre ellos el Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 2003, el Premio Internacional de Catalunya en 2015 y la medalla Stephen Hawking a la comunicación científica en 2022. Además, fue nombrada Dama del Imperio Británico y Embajadora de la Paz de Naciones Unidas.
Goodall defendía que “cada día dejamos una huella en el mundo que nos rodea” y nos invitaba a reflexionar sobre qué tipo de diferencia queremos marcar. Su vida y trabajo son un testimonio de esperanza, una prueba de que el compromiso personal puede transformar la ciencia, la sociedad y la relación con el planeta.