La delgadez extrema podría acortar más la vida que el sobrepeso, según un estudio

0
la-delgadez-extrema-podria-acortar-la-vida-mas-que-el-sobrepeso-afirman-los-cientificos-1758779264962_1024

La relación entre el peso corporal y la salud es mucho más compleja de lo que se pensaba. Un estudio realizado en Dinamarca, que siguió a más de 85 mil adultos, encontró que las personas con un Índice de Masa Corporal (IMC) inferior a 18.5 tienen casi tres veces más probabilidades de morir prematuramente que aquellas situadas en el rango medio y superior del llamado espectro “saludable”. Los hallazgos fueron presentados en la reunión anual de la European Association for the Study of Diabetes (EASD), aunque aún no han sido revisados por pares, por lo que se requieren más investigaciones independientes.

El IMC, que se calcula dividiendo el peso en kilogramos por la altura en metros al cuadrado, se utiliza comúnmente para determinar si una persona tiene bajo peso, sobrepeso u obesidad. De acuerdo con la clasificación, un adulto se considera con sobrepeso a partir de un valor de 25 y con obesidad a partir de 30. Sin embargo, este nuevo análisis sugiere que el riesgo de mortalidad no necesariamente es mayor en quienes viven con sobrepeso moderado e incluso en algunos casos de obesidad, sino en quienes se encuentran en la parte baja del espectro normal o en el rango de bajo peso.

La investigación señala que quienes tenían un IMC entre 22.5 y 25 —es decir, en el extremo superior del rango considerado normal— presentaban tasas de mortalidad similares o incluso menores que las personas con sobrepeso. En cambio, tanto el bajo peso como estar en el límite inferior del rango saludable incrementaban de manera notable el riesgo de muerte.

Según Sigrid Bjerge Gribsholt, del Centro de Diabetes Steno en el Hospital Universitario de Aarhus y líder del estudio, la obesidad sigue siendo un problema grave porque altera el metabolismo, debilita el sistema inmune y está vinculada con enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, cardiovasculares y cáncer. Sin embargo, el bajo peso también conlleva riesgos importantes: se relaciona con la desnutrición, la pérdida de masa muscular, la disminución de defensas y múltiples deficiencias nutricionales.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) denomina a esta situación la “doble carga de la malnutrición”, pues tanto la desnutrición como el sobrepeso afectan a millones de personas en todo el mundo. Actualmente, se calcula que alrededor de 890 millones de adultos padecen obesidad, mientras que 390 millones tienen bajo peso. Ambos extremos reflejan problemas de acceso a una alimentación adecuada y equilibrada.

Los expertos coinciden en que no basta con centrarse únicamente en la reducción del peso corporal a través de dietas extremas o fármacos como el Ozempic, ya que la salud depende de múltiples factores: la calidad de los nutrientes, la actividad física, la prevención de enfermedades metabólicas y el contexto socioeconómico.

En conclusión, el estudio danés plantea que el riesgo más bajo de mortalidad puede no situarse en el rango tradicional de 20 a 25 de IMC, como se creía antes. Con los avances médicos y las mejoras en la salud general, el rango considerado “óptimo” podría estar cambiando. Aun así, la evidencia subraya la importancia de evitar los extremos: tanto la obesidad como la delgadez extrema reducen la expectativa y calidad de vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *