Congreso ignora orden de la Corte sobre el aborto
La diputada Laura Ballesteros Mancilla, de Movimiento Ciudadano, puso el dedo en la llaga: la Cámara de Diputados lleva más de un año ignorando una sentencia de la Suprema Corte que ordenó despenalizar el aborto en el Código Penal Federal. Y no es cualquier detalle, se trata de una instrucción directa que el Congreso debía cumplir desde 2023, pero que, hasta hoy, sigue guardada en el cajón.

Por Bruno Cortés
La diputada Laura Ballesteros Mancilla, de Movimiento Ciudadano, puso el dedo en la llaga: la Cámara de Diputados lleva más de un año ignorando una sentencia de la Suprema Corte que ordenó despenalizar el aborto en el Código Penal Federal. Y no es cualquier detalle, se trata de una instrucción directa que el Congreso debía cumplir desde 2023, pero que, hasta hoy, sigue guardada en el cajón.
Ballesteros no habló en cualquier día. Lo hizo en el marco del Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible, recordando que 22 estados del país ya han avanzado en esta materia, mientras el Congreso federal sigue “en desacato”. Así lo dijo sin rodeos: la falta de acción afecta directamente a mujeres y niñas, en un país donde la Secretaría de Salud acaba de revelar una cifra alarmante: hay niñas que, desde los nueve años, están siendo madres producto de violaciones.
El mensaje es fuerte: al no mover un dedo, los diputados no solo abandonan a las mujeres, sino que también mantienen en la cárcel a quienes fueron criminalizadas por decidir interrumpir un embarazo. Según Ballesteros, las fiscalías de los estados incluso aprovechan el vacío legal para abrir más investigaciones; tan solo en la Ciudad de México, pionera en la despenalización, se han registrado 300 carpetas recientes por este tema.
Por eso la vicecoordinadora de MC exigió que la Comisión de Justicia dictamine ya la reforma que saque del Código Penal Federal los artículos que criminalizan el aborto. Lo que pide no es una ocurrencia, es simplemente que la Cámara cumpla con lo que la Corte ya ordenó hace un año.
Mientras tanto, el debate sigue trabado en el Congreso, y las mujeres, sobre todo las más jóvenes y vulnerables, siguen cargando con las consecuencias de esa omisión.